LA LUNA DADORA

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Meditación de Luna Llena

LA LUNA DADORA


Introducción

Bienvenidos a este nuevo encuentro, una reunión para fortalecer los lazos con Gaia y fluir en las energías planetarias, esta vez en esta servicial Luna Dadora, la última de esta hermosa serie de Lilith que hemos realizado con todo nuestro cariño.
En este caso, mientras la Luna se encuentra en el signo de Virgo, el Sol está en el signo de Piscis, por lo que nos encontramos en el eje de la existencia, es decir del ser o no ser: Soy gracias a que me siento útil para el mundo, diría Virgo. Y así es, Virgo es un signo de servicio y entrega, su manera de ponerse en el mundo es conociendo las necesidades del mundo y facilitándoles aquello que demandan, de este modo su sentido de existencia toma forma, y solamente desde ahí comienza a comprender el motivo de su existencia. Para que esa forma tenga consistencia, precisa poner orden, clasificar, organizar, darle a cada cosa su lugar, este ejercicio de carácter lógico es en realidad su punto fuerte, pues el poder dar ese orden, lo lleva a sentirse alejado del caos en el que habitaría su signo opuesto de Piscis. Al ser Virgo además un signo de tierra, nos encontramos con un elevado grado de feminidad, que nos permitirá ver la sensibilidad y sentido de belleza que sabe expresar, de ahí que a esta preciosa Luna le encantaría que la adornásemos de abalorios que de forma estética potenciaran su aspecto ante el mundo, transmitiendo así su carisma ante el entorno, donde se dejaría ver con aire humilde y a un tiempo seductor.
No olvidemos que cuando un Virgo nos dice: Adelante, es porque sabe que eso que te indica es lo mejor que te puede ocurrir, no duda, lo sabe, pero tampoco sabe por qué lo sabe, se limita a dar la dirección con la absoluta certeza de que acierta. Esta cualidad de Virgo es excelente para el mundo, pues él ha descubierto que es la propia experiencia su fuente de existencia, de este modo siempre nos alentará a experimentar, a descubrir a través de esos errores, esos que serán nuestros maestros y que sólo gracias a ellos nos iremos perfeccionando sin sentir haber estado equivocados. Virgo sabe que sin error no hay perfección y que en realidad la perfección está en la vida presente. Virgo sería quien nos diría con voz segura, todo es perfecto, pruébalo, vívelo, es lo que necesitas, no te niegues a experimentarlo por miedo al fracaso.
Como vemos Virgo se convierte en dador, desde el mismo instante que viene la mundo, es su máxima intención, dar lo que sabe, lo que conoce, lo que ha aprendido, y no dejar nunca de seguir aprendiendo para seguir siendo un elemento útil ante su entorno.

Bienvenidos a la Luna Dadora!!!

(pausa)


Comenzamos…
Nos colocamos en nuestro espacio sagrado…
Cerramos los ojos…
Relajamos el cuerpo, comenzando por las extremidades, tronco y cabeza…
Respiramos profundamente… tomando conciencia del viaje interior que vamos a iniciar…
Nos conectamos con nuestro ritmo de respiración… y nos armonizamos con él… sintiendo como con cada inspiración el aire penetra en todas nuestras células…
Y con cada exhalación liberamos toda la energía estancada de nuestro cuerpo…
Nos tomamos nuestro tiempo, respirando rítmicamente…

(pequeña pausa)

Decidimos salir de excursión por el bosque, pero antes tomamos en nuestra mochila una libreta y lápices, tenemos intención de tomar notas importantes. Nos adentramos en el bosque, caminamos decididos, conscientes de nuestras intenciones. Aunque vayamos solos, no nos sentimos solos, sentimos la riqueza de todas las formas de vida que conviven con nosotros y que se hallan en este espacio que compartimos. Nos sentimos unidos a ellas, sin un ápice de añoranza ni de dependencia, libres de apegos emocionales y materiales, sintiendo que lo tenemos todo y que lo somos todo. Nos sentimos apasionados, tanto que nos da por tararear, incluso silbamos, mientras nos inventamos letras para esas canciones que componemos cuando la inspiración nos sobrecoge caminando por el interior del bosque.
De repente llama nuestra atención un singular roble, de tronco ancho, firme, enorme, tomamos una hoja en blanco de la libreta y comenzamos a dibujar el árbol, mientras hablamos interiormente con él sintiendo como nos responde. Cuando acabamos, nos damos cuenta de que en el papel no solamente puede verse el árbol en su conjunto, sino también todos los detalles de la forma de las hojas, de las ramas y características varias que hemos ido anotando.
Damos por finalizado la toma de datos de ese árbol y nos detenemos ante otros arbustos y plantas. Sentimos el deseo de plasmarlos todos, decidimos que regresaremos para seguir dibujando y transcribiéndolo todo. Tras muchas horas de estudio, nos damos cuenta que estamos registrando en el papel, un bonito compendio de elementos de la naturaleza, descubriendo y transcribiendo sus poderes ocultos, para que nadie se pierda la sabiduría que encierra la madre naturaleza.
Permanecemos sentados, esta vez ante un enigmático espino blanco, dibujándolo respirando su poder, agradeciéndole todo lo que nos da desde que nuestros ancestros descubrieron sus propiedades. Respiramos el olor a tierra húmeda, incluso podemos sentir las raíces y la savia correr por él.
Nuestro libro ya incluye la magia del arce, los poderes del Almez, la magnificencia del Almendro y también la extraña belleza del Sauce. Si ojeamos nuestros apuntes nos damos cuenta del trabajo realizado y del que todavía queda por hacer. Permanecemos dibujando y conectados a una vieja encina. Respiramos su poder y canalizamos su sabiduría para transcribirla.

(pausa)

Una preciosa Libélula revolotea de repente a nuestro alrededor, quiere llamar nuestra atención, levantamos la mirada y sin dudarlo hablamos con él, le pedimos que tenga paciencia que todavía nos queda mucho por hacer. Ahora estamos haciendo un esbozo de matas de salvia, el insecto insiste, como si quisiera que fuéramos tras él, como si nos quisiera llevar a algún lugar en especial. Insiste aleteando a esa velocidad que nos hace creer que está estático. Sabemos que se trata de un mensajero, sentimos que nos quiere dar un mensaje de alegría que nos llenará de vitalidad.
La insistencia del animal obtiene resultados, por fin nos decidimos a seguirle. La Libélula nos conduce por caminos no trazados del bosque donde si no conoces te puedes perder. Finalmente alcanza una ladera rocosa, por la que comenzamos a trepar, tras las indicaciones que el insecto nos da. Subimos hasta alcanzar la parte más elevada desde la que se puede otear una gran explanada. Descendemos para llegar hasta allí. Bajamos la cara opuesta de la ladera, tras la hermosa Libélula.

(pausa)


El insecto nos conduce hacia una zona desconocida. A lo lejos distinguimos unas ruinas arqueológicas, parecen las ruinas de una edificación desconocida. Exploramos la zona, comprobamos para nuestra sorpresa que se trata de una biblioteca. Nos emocionamos. Rozamos con nuestros dedos la piedra antigua de las paredes y tomamos conciencia que pisamos suelo por el que también caminaron otras muchas mujeres y hombres. Paseamos por pasillos que conducen a grandes salas, algunas sin techo, otras de difícil acceso por lo ruinoso de los restos. Aparecemos sin darnos cuenta en una sala interior, coronada con una bóveda transparente, desde la que se puede ver el cielo. Reconocemos que esa sala es especial, pues aún tiene entre sus estantes restos de pergaminos, de papiros, de tablillas y de otros tipos de libros, almacenados. Tras nuestra sorpresa, decidimos coger uno, el que llama nuestra atención. Lo cogemos y al hacerlo, una voz nos habla:

Bienvenido a la Gran Biblioteca Planetaria

Miramos a nuestro alrededor, no hay nadie. El Libélula sigue a nuestro lado batiendo sus alas, sin muestras de agotamiento. La miramos extrañados, nos sentimos seguros, su alegría es la nuestra, recordamos que es un mensajero y que parece que eso es lo que va a ocurrir, vamos a recibir un mensaje:

Has contribuido en el contenido de este espacio planetario.
Todos tus registros, todas tus ideas, tus proyectos, tus experiencias,
todo tu trabajo, tu capacidad de organizar, catalogar, distribuir…
hoy cobra sentido.
Gracias a tu dedicación, yo hoy puedo saber más de mí.
Sin tus investigaciones, pruebas y errores, dudas y elucubraciones,
sin tu forma de verme, de sentirme, de quererme, yo no sabría nada de mí.
Tus textos han sido acogidos en mis entrañas, por eones.
Los he conservado vivos para ti,
para que llegado el día de hoy, pudieras saber todo lo que has creado,
todo lo que has hecho y todo lo que me has dado,
y que todo ese trabajo al que con el corazón te has brindado, tiene una razón de ser.
Me presento soy Gaia, el espíritu de este planeta tierra.

Estamos boquiabiertos, impactados por lo que expresan estas palabras que pronuncia Gaia para nosotros. Ella quiere que valoremos el trabajo realizado, lo creado, lo hecho y lo dado. Sentimos gratitud por sus palabras, por su invitación y por su reconocimiento. Nos sentimos amados por la entidad planetaria.
Permanecemos meditando sobre ello, reflexionando a su vez, rescatando y transformando cada parte de nosotros que nos impide amar quiénes somos y como lo expresamos ante el entorno. Damos las gracias a Gaia, nos sentimos en armonía con el planeta y con toda conciencia viva y eterna.


 (pausa)

De repente un sonido de campanillas llama nuestra atención, la Libélula nos lleva hasta el mismo centro de la gran sala. En ese centro tomamos asiento pues observamos como la bóveda del techo se está abriendo, convirtiendo el espacio en un mirador al cielo. La Libélula no para de cruzarse ante nuestros ojos, como si quisiera que nos fijáramos en algo. Para nuestra sorpresa el cielo aumenta, se acerca, como lo hace un objetivo, amplia su campo de forma que la Libélula acaba entrando por una extraña puerta hecha de luz cósmica. Decidimos seguirla, confiamos, sabemos que existen otros mundos y que esta oportunidad es un gran regalo. Cruzamos al otro lado, conscientes de que este mundo que dejamos, se siente agradecido por nuestro trabajo. Sentimos profundamente que ha llegado el momento de ampliar nuestro mundo, de conocer más mundos y de saber que el nuestro no es el único, sino uno más entre muchos que habitan en esta galaxia. Nos sentimos profundamente conectados a la energía universal, al sentimiento planetario de unidad. Nos sentimos parte de algo más que todavía desconocemos pero que hoy nos vamos a atrever a investigar. Sin más, cruzamos el portal dimensional. Nos dejamos transportar por su luz, percibiendo su alta vibración en todos nuestros cuerpos. Vibramos.

(pausa)

El paraje en el que nos encontramos es extraordinario, no solamente por su belleza, sino también por sus habitantes. Bellas formas multicolor nos saludan. Sus vibraciones son intensas. Percibimos como todo allí es diferente, más sutil y etérico, más cromático y mucho más armónico. Advertimos que hemos entrado en la 5ª dimensión, donde todo es más lento y equilibrado, donde la vida se percibe muy distinta. Celebramos nuestra entrada en este plano de conciencia, nos sentimos libres de toda limitación mental para sentirnos abrazados por este otro mundo, que se encuentra más allá del nuestro. Aquí podemos hacer realidad todos nuestros sueños y sentir como nuestro poder creador se siente dispuesto para construir la forma de vida que nos hace feliz. No hay fronteras, ni límites de dogmas o creencias, estamos en paz con el planeta tierra, con sus formas de vida y sobre todo estamos en paz con nosotros mismos.

-         ¿Quién eres? – nos pregunta una voz que muestra curiosidad por conocernos mejor.

Siento que esta pregunta es crucial, que ha llegado el momento de expresar quien soy, en una sola palabra, en un nombre que lo diga todo. De repente observo la Libélula, me emociona su presencia, me mira de frente, parece que ella lo sabe todo de mí. Siento como me invita a hablar, a decir lo que hasta ahora nunca pronuncié. Entonces me doy cuenta, si, lo sé, sé cuál es mi verdadero nombre. Miro a la entidad que me ha hecho la pregunta. Le sonrío y con seguridad en mi corazón le digo:

-         Soy Lilith, soy la mujer que eligió vivir según sus propias reglas, buscándose a sí misma, perdiéndose, alejándose de todo, buscando su verdadero nombre, ese que siempre fue repudiado por no cumplir los cánones sociales. Si, soy ella. Soy la verdadera, soy Lilith, la mujer eterna que a su manera se ha construido, por dentro y por fuera, tal cual puedes ver, sin máscaras que impidan ver todo de mí, con mi luz y mi sombra, con mi magia y mi nobleza, con mis artes amatorias, con mis emociones sinceras, de mujer sabia y verdadera que aprendió a conocer la naturaleza y a vivir conectada a ella, sabiendo que desde lo más profundo de la madre tierra, todos y todas nacimos de idéntico útero. Soy Lilith, estoy aquí para seguir creciendo y descubriendo más mundos, hoy que ya puedo decir que pertenezco a la tierra en la que crecí, para saber que puedo seguir creciendo más allá de allí.

La entidad, quien se presenta como una Hathor, nos abraza y nos da las gracias por todo. Sentimos el abrazo de la hermosa Hathor, sentimos reconocerla, recordamos que alguien una vez nos habló de ellos, de la tribu Hathorizada que mantuvo vivo el linaje de la humanidad, para que quien lo recorriera de principio a final, sintiera que había alcanzado su hogar. Agradecemos la dádiva. Sentimos ese amoroso hogar, sentimos ser parte de ellos, de quienes guardaron la conciencia del más allá, para que algún día supiéramos que el mundo no se acaba y que ninguna dimensión está limitada. Permanecemos sintiéndonos expandir nuestra alma al todo y como el todo nos envuelve en un abrazo insondable, de puro amor, paz y silencio. Nos quedamos respirando la energía del encuentro, de sentirnos en casa, de sabernos libres de apegos, capaces de pronunciar nuestro nombre, mientras suenan las campanas que desvelan la música de nuestra gran alma.

(pausa)

El aletear de la Libélula nos devuelve al centro de la sala de la gran biblioteca. La bóveda celeste comienza a cerrarse, podemos recordar a la perfección todo lo que acabamos de vivir. Nos sentimos dichosos de haber alcanzado a cruzar el portal dimensional que nos conduce a ese otro plano de conciencia. Ahora sabemos cómo podemos acceder y desde allí aprender a utilizar nuestro poder cocreador.
Cogemos nuestra libreta con todos nuestros apuntes, sabemos que podemos dejarla en la biblioteca para que otros la consulten. Lo hemos comprendido, el conocimiento es de todos, nada es nuestro, no sentimos necesidad de poseer nada, pues ahora nos sentimos parte de la gran alma planetaria. Gaia nos lo ha confirmado. Somos personas que vibramos con Gaia y todas sus formas de vida. No hay separación, ni deuda, ni ninguna otra condición.
Colocamos nuestro libro en el estante. Nos sentimos orgullosos de nuestro trabajo. Sentimos que nuestra existencia y todo lo aprendido cobra sentido, no hay lugar para más negación o anulación de nosotros mismos. Gaia nos lo ha confirmado.
Desde la conciencia que nos aporta este gran paso que hemos dado y con el sentimiento de Lilith, regresamos. Dejamos atrás la gran biblioteca planetaria, para acudir cada vez que queramos viajar hasta un portal dimensional. Ahora sabemos que desde esa bóveda celestial podemos viajar, mientras la hermosa Libélula nos acompañará para indicarnos donde está el portal.
Permanecemos conectados a la Libélula, mientras cogemos el camino de regreso, subiendo de nuevo la ladera, para bajar por la cara opuesta y adentrarnos en el bosque.

 (pausa)

Conscientes de la unión con nosotros mismos en nuestra dimensionalidad y de la unión con los Hathors, continuamos caminando por entre esos árboles y vegetación con los que estamos conectados, sintiendo a cada paso el flujo de Gaia y todo nuestro amor. Tomando consciencia de todo lo vivido y de la voluntad del Espíritu de Libertad para viajar por la multidimensionalidad, agradecemos la dádiva que la luna de este día nos ha entregado con toda su generosidad.
Poco a poco, tomamos consciencia de nuestro cuerpo…
Integrados en la nueva vibración y conectados profundamente a Gaia, ya podemos  regresar, lentamente, a nuestro ritmo…
Sentimos las extremidades…El tronco y la cabeza…
Y poco apoco vamos abriendo los ojos…
Bienvenidos a la vida consciente y a la vida presente!!!

Texto y narración a cargo de Núria Gómez y Karme Millán

TEMPLE INANNA
www.templeinanna.blogspot.com

 Registro nº 1802275899179